Los estudios han encontrado vínculos entre la genética y las formas en que las personas reaccionan a la marihuana.
El cannabis es una droga muy utilizada, pero sigue siendo impredecible. Los consumidores experimentados pueden controlar el efecto que la marihuana tiene sobre ellos, y al mismo tiempo mantener la calma durante un subidón impredecible. Para los recién llegados, sin embargo, es diferente; los consumidores novatos generalmente no pueden predecir cómo les afectará, ya sea que los lleve a un subidón paranoico o a una fiesta de risa.
La ciencia dice que tus genes pueden jugar un papel en la forma en que tu cuerpo reacciona a la cannabis.
El cannabis funciona uniéndose a los receptores de los cannabinoides en nuestros cuerpos, los cuales están localizados en nuestras células, conteniendo nuestro ADN individual. Las mutaciones en los receptores CB1 o CB2 pueden hacerte más vulnerable a diferentes enfermedades, como la enfermedad de Chron o la anorexia. Estos cambios también podrían afectar la forma en que las células se unen a diferentes moléculas, incluyendo las del cannabis.
En un estudio de 2019, publicado en la revista Nature Neuroscience, los investigadores encontraron que una variable del gen CHRNA2 podría aumentar el riesgo de convertirse en adicto al cannabis. La adicción al cannabis es algo que no se entiende del todo, y muchas personas dudan de su existencia. Los síntomas de la abstinencia a la marihuana incluyen depresión, irritabilidad, un mayor ritmo cardíaco y más.
Aunque este gen no indica si alguien es o no adicto a la marihuana, sí aumenta las probabilidades de este tipo de respuestas al uso excesivo de esta.
Todo esto significa que al compartir una pipa de agua o un porro con los amigos, algunos de ellos pueden tener reacciones ligeramente diferentes dependiendo de varios factores, como su genoma, la experiencia personal con la droga y la cepa que están consumiendo.
Los genes son extremadamente complejos. Aunque nacemos con algunas mutaciones genéticas, otras mutaciones pueden ocurrir debido a las cosas a las que nos exponemos a lo largo de nuestras vidas, como los alimentos que comemos, los gérmenes con los que interactuamos, nuestros niveles de estrés y más.
Hay mucho que no entendemos sobre la cannabis y su impacto en nuestros genes, pero hay muchas posibilidades una vez que se empieza a jugar con estas variables, con la esperanza de que resulte en más efectos medicinales y recreativos.